IRÁN

La selección de Irán regresa por cuarta vez en su historia y tras ocho años de ausencia a una fase final mundialista, esta vez con el título en el bolsillo de líder de Asia y con un conjunto que mayoritariamente juega en equipos del país y que lidera el entrenador portugués Carlos Queiroz.

Los "Leones de Persia" llegarán a Brasil tras haber logrado, por primera vez desde 2005, el primer puesto asiático en la clasificación de la FIFA, con 650 puntos, doce más que su más cercano rival, la selección japonesa.

Para clasificarse en esta ocasión tuvieron que ganar en la cuarta fase a Corea del Sur, Catar, Uzbekistán y Líbano, aunque no hicieron una trayectoria brillante y fallaron, sobre todo, en los partidos en casa.

En las fases previas habían vencido a Maldivas, Indonesia y Bahrein y, en la cuarta ronda del Grupo A, lograron que solo les metieran dos goles en ocho partidos.

La gran esperanza del equipo es Reza Guchaneyad, delantero centro que juega en el Standard Lieja (Bélgica) y que con ocho goles en su haber fue nominado este año a mejor jugador de Asia 2013, título que perdió ante el centrocampista chino Zheng Zhi.

Otras estrellas son Andranik Teymourian (que llegó al iraní Esteghlal procedente de la liga inglesa) y Ashkan Dejagah, centrocampista que actualmente juega en el Fulhan londinense.

En la medular el denominado localmente Equipo Melli (equipo nacional) cuenta también con Yavad Nekouman, también del Esteghlal y que jugó antes en el Osasuna, que a sus 33 años es el capitán y sigue siendo un pieza clave del equipo.

El país ha puesto todas sus esperanzas en el entrenador, Carlos Queiroz, a cargo antes de los vestuarios del Real Madrid y la selección de Portugal, tras haber sido segundo técnico del Manchester United junto a Alex Ferguson.

Irán ha ganado la Copa Asia tres veces consecutivas, pero todas ellas hace casi tres décadas y antes de la Revolución Islámica, en 1968, 1972 y 1976.

En los tres mundiales en que ha participado, el historial del Melli no ha sido muy destacable.

La primera vez que jugó fue en Argentina 1978, para el que se clasificó con apuros tras dos empates con Australia y gracias al mayor valor de los goles fuera de casa.

Allí no logró hacer un gran papel y quedó en el puesto 14, sin haber ganado ningún partido y tras empatar uno y perder dos.

Al año siguiente, el país vivía la Revolución y el ascenso al poder de los ayatolás, que despreciaban el fútbol como una distracción poco islámica importada de Occidente.

Al país le costó veinte años volver a colarse en un Mundial, algo que logró en Francia 1998, recordado como un hecho memorable por los iraníes, no tanto por su clasificación final (vigésima), sino por su triunfo frente a su gran político, Estados Unidos, al que los Leones de Persia ganaron 2-1 en Lyon (goles de Estili y Mahdavikia) y echaron de la competición.

Los iraníes se perdieron la siguiente cita en 2002, pero volvieron a clasificarse para Alemania 2006, donde hicieron un juego pobre y lo pagaron con derrotas contra México y Portugal y sólo consiguieron empatar contra Angola.

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